El 17 de febrero, en el Palacio de Bellas Artes, se presentó el 62 Festival de Música, Coros y Danzas de España, titulado “Soñadores”. El Centro Asturiano presentó la estampa “Mascaradas Asturianas” bajo la dirección de Begoña Carrera Cué, con la participación del Cuadro Artístico, la Banda de Gaitas y el grupo de Teatro Experimental del Centro Asturiano (TECA).
Las mascaradas tienen su origen en los festejos campesinos de la Europa pagana practicados entre el equinoccio de invierno hasta la primavera, que celebraban la transición de un periodo oscuro, se conmemoraba el “nacimiento de la luz”, los días empezaban a crecer, el ciclo agrario se reanudaba y la vida volvía a reverdecer.
Para entenderlo en nuestro contexto debemos pensar en la cristianización de esas fiestas tomando como punto de inicio la época de las navidades, el año nuevo, los reyes magos y terminar con la cuaresma, donde los fieles se recogen en austeridad y reflexión. El rito consiste en un recorrido por las casas del lugar que hace una comparsa compuesta por actores que son encarnaciones de animales cubiertos con máscaras y pieles, otros responden al momento histórico, personajes ligados al poder y al prestigio, todos acompañados por músicos, por la gaita y el tambor.
“Saquemos los disfraces y hagamos sonar los lloqueros,
gastemos bromas a nuestros vecinos.
Ya llegó el invierno y el aguinaldo daremos,
Os Reises en Allande, Tormaleo, los Guilandeiros de Tineo,
Aguilandeiros de Grao, los Sidros de Valdesoto en Siero,
el pícaro Guirria de San Xuan de Beleño.
Reviven las mascaradas de invierno,
muchas todavía en letargo, esperando nuestro recuerdo”
Begoña Carrera Cué